miércoles, septiembre 23, 2009

Tu oportunidad para ser feliz, reflexión desde la película Last chance

Me impresionó mucho esta escena de la comedia romántica Last Chance Harvey (Nunca es tarde para enamorarse o Tu última oportunidad), Harvey, con Dustin Hoffman y Emma Thompson.
Claro, la actriz ya me conquistó en su interpretación para Love Actually, y Hoffman en general me agrada en casi todas las actuaciones que pude ver. En fin, si no te gustan los actores, igual mira a los personajes y ve más allá de la piel, pues estos son muy ricos, muy honestos, muy naturales...
Como le dije a mi amiga Laura hoy, es lindo ver en dos horas la resolución de una vida y en forma positiva, ver que es posible darse una primera, segunda, cuarta, décima o el número que sea de oportunidades para ser feliz y compartir esa dicha con una persona que también quiere lo mismo.
Uno de los diálogos que más disfruté y que me conmovió hasta las lágrimas fue este sencillo, directo, emocionante y tajante del parque a la salida de la clase de literatura de Kate.
Es una linda historia de amor, o de reencuentro con el amor. Es una linda forma de mirar que uno puede darse la oportunidad de reconciliarse con el amor de pareja, con el amor de familia, con el amor hacia uno mismo...
La recomiendo.



- Ey.
- Hola
-Sigues aquí, sigues en Londres.
-Seguro
-Puedo explicarte?
-No, no
-No necesitas explicarte, Harvey
-Quiero hacerlo
-No, de veras no necesito...
-Kate, por favor
-Estaba en el hospital
-Ay, Dios, porque?
-No, no es nada
Deje mis píldoras en Nueva York
Tengo un latido irregular del corazón
Lo tengo desde que era niño
-Arritmia
 - Como sabes lo que es
Porque mi padre lo tenía
Bueno los jóvenes también lo tienen
Ah, Kate, que pena me da no haber estado ahí
Oh, está bien, Harvey
No
Pasé unos momentos encantadores, harvey. Y me agradas, realmente.Gracias. Pero, sabes, yo tampoco visito fuentes al mediodía. Quiero decir, yo vivo en, bueno, vivo en Wilton Green, y tú vives donde sea...
Vivo en White Plains
Exactamente
Y el lunes de mañana, la vida sigue y no somos adolescentes
Tenemos una vida y nuestros trabajos y nuestra familia y todo...y la pasé muy bien. No lo olvidaré. Gracias. Pero...
¿Qué?
Bueno, ya sabes, no es la vida real.
Lo es
No, no lo es, Harvey
Lo es
No, no lo es, Harvey
No. Es la vida real
Es la vida real para mí.
No, no. Ya se, ya se
Pero no se trata solo de tí, ¿no? Se trata de mí también. Tu no sabes nada de mí. Mírame. Digo, es patético. En realidad yo esperaba que no vinieras. De hecho, creo que realmente asi quería que no vinieras...porque es como una salida más fácil.
Tú sabes, sólo te zambulles ahí. Tú sólo te tiras y es profundo...y yo no soy una maldita pileta de natación, Harvey, y no soy...
No voy a hacerlo. No voy a hacerlo. No voy a hacerlo porque duele. Alguna vez u otra, habrá...tú sabes, no funciona, o necesito mi espacio o lo que sea...y se terminará y lastimará y yo no lo haré. Yo no lo haré y no lo haré... (corre hacia el agua y se larga a llorar. Lo mira, el no se movió de su lugar, pasan unos chicos en bicleta. Ella lo mira, se sienta en el banco de la plaza, suspira, mira hacia abajo, cruza las manos. El se acerca al banco, queda de pie mirándola)
Ves, lo que pienso que es, es...que estoy más cómoda con los desengaños. Creo que estoy enojada contigo por tratar de quitarme eso. (Suena su teléfono celular. Atiende, Mamá te quiero, pero ahora no. Corta. Mira hacia abajo. El la mira y le dice la misma pregunta con la que se acercó a ella la primera vez en el café del aeropuerto y rescató una sonrisa...)
¿Debo tomar eso como una señal alentadora? (Ella sonríe, él sonríe)
Si me dieras una sonrisa más amplia.
Oh, ya cállate, Harvey.
Entonces, ¿cómo funcionará esto, Sr. Shine
No tengo la más mínima idea.
Pero funcionará.
Eso te lo prometo.
¿Vamos a caminar?

(Ella se seca las lágrimas, sonríe, lo mira, se levanta del banco)
Estás bien

Espera un segundo
(se saca los zapatos. Lo toma del brazo)
Mucho mejor
Me parece que eres mi tipo de chica (sonríen y caminan en el parque...la imagen se va alejando...se ven los árboles...hablan de las preguntas del cuestionario que ella le iba a tomar en el aeropuerto la primera vez que se vieron, y el la evitó porque estaba estresado...una de las preguntas, lugar de residencia, él responde...estoy en transición. Sube la música...fin)

(Escrito y dirigido por Joel Hopkins)

martes, septiembre 22, 2009

Amor patológico, o mal entendido amor


excelente artículo acerca del amor patológico, altamente recomendada esta lectura

* Entrevista publicada en La Contra del diario La Vanguardia

Tengo 50 años: edad peligrosa para caer en amores patológicos. Nací
en Nápoles. Estoy casado y enamorado pero sin dependencia: dos
hijas. Nos han educado en el culto estúpido al amor a cambio de
nada. Me avergüenzan muchas de las cosas que mis pacientes hacen
por amor. Si no le corresponden en una relación, ¡salga corriendo!
WALTER RISO, TERAPEUTA DEL ENAMORAMIENTO PATOLÓGICO
“El amor no es para siempre”
LLUÍS AMIGUET - 12/05/2004
¡Vivimos una epidemia de amor patológico! Las consultas se llenan de pacientes
cuya dependencia afectiva les perjudica. Estas dependencias patológicas pueden
acabar en violencia doméstica entre quienes aseguran estar enamorados.
–¿Por qué tanto sufrimiento?
–Porque no hemos sido educados para discernir nuestros afectos y evitar que el
sano amor constructivo se convierta en oscura dependencia enfermiza. En cambio,
se promueve un amor papanatas y dependiente que sirve para aleccionar el
consumismo...
–El amor que vende flores y colonias.
–Se exalta ese concepto judeocristiano del amor puro “a cambio de nada” que hace
mucho daño. ¡El amor siempre es recíproco! Nunca es a cambio de nada. Si a usted
no le corresponden claramente en una relación... ¡salga corriendo!
–¿Cómo sé que mi amor, tan bonito, ha empezado a ser patológico?
–El buen amor se degrada hasta la dependencia patológica con una dinámica igual
a la de cualquier adicción: igual que la copita de vino tan sana al mediodía puede
convertirse sin autocontrol en el alcoholismo infernal que te destruye.
–Es una droga.
–Exacto. El amor tiene efectos bioquímicos ya estudiados y por eso ante ese amor
patológico yo aplico la misma terapia cognoscitiva que ante una drogodependencia.
–¿Cuál es el primer síntoma del mal amor?
–Es la dignidad. Si pierdes tu dignidad por amor a alguien, dejas de ser un
enamorado para ser un enfermo. Si estás dispuesto a negociar tus principios por lo
que crees que es amor, pierdes la autoestima.
–¿Eso incluye arrodillarse, espiar, perseguir, implorar...?
–Sí. Pero no es tan difícil darte cuenta del problema como afrontarlo. Los pacientes
se saben enfermos y suelen decirme: “Me estoy autodestruyendo, lo sé; pero es
que yo quiero a esa persona más que a mí mismo”.
–Eso lo diría un drogadicto.
–Es que ese paciente, en cuanto se le aparta de la persona amada, que es su
fuente de gratificación bioquímica, presenta un cuadro típico de síndrome de
abstinencia: estrés, depresión y ansiedad. Para no perder esa gratificación hará
cualquier cosa.
–¿Cómo combatir ese cuadro?
–Con valores éticos. Tenemos que reprogramar al paciente. Yo no puedo hacer que
no le guste una droga o que deje de amar a la persona equivocada, pero juntos él y
yo conseguiremos que sea consciente de que esa relación le quita más de lo que le
da.
–¿La ética es la medicina?
–Sí. Luego ayudo al paciente a recuperar sus valores: los que comparte con todo
ser humano y los personales, porque precisamente nos solemos enamorar de las
personas que compensan nuestras carencias.
–Tiene su lógica...
–El hombre débil se enamora de la mujer fuerte o al revés. Así que la ruptura nos
desequilibra. Para empezar a recuperar la dignidad, les recuerdo los cuatro
universales éticos apuntados por los neodarwinistas.
–A saber...
–Con Kant proclamaremos que cada uno de nosotros es un fin en sí mismo. No
podemos ser el medio para que otra persona, por mucho que creamos que la
amamos, nos utilice para sus propios objetivos.
–Bien dicho.
–Segundo: reforzaremos nuestra autonomía y autodeterminación. No sea esa
señora enamorada que pide permiso a su marido para estudiar y él, tan bueno, se
lo da.
–Las decisiones las tomaré yo solito.
–Sí. Aprenda a vivir por usted mismo. No espere que ella o él arreglen su vida. Sus
problemas se los soluciona usted.
–Quedan dos universales.
–Debe ser usted valorado por sus méritos personales y no por su dinero, su cuerpo
o su posición. Y tiene derecho a la ternura: ser reconocido como un igual válido en
la interlocución afectiva en toda su integridad.
–¿Cómo empezar la desintoxicación?
–No funciona el desengancharse “poquito a poco”. A esa relación dañina y a esa
persona tiene que dejarla del todo; tiene que dejarla de golpe y tiene que dejarla
para siempre...
–¡Valor!
–Sí, porque la lucha es larga y cuanto más tiempo de “enganche”, más difícil.
–¿Y volver a sus brazos otra vez?
–¡Nooooo! No hay vuelta atrás. Esa relación acabó porque le perjudicaba a usted y
no tiene arreglo. Elimine la tentación de la autoculpabilidad: usted no puede
cambiar a quien no le quiere y que no le quiera no es culpa suya. Me vienen
señoras con un brazo roto por el marido que aún creen que podían haber ofrecido el
otro y salvar la relación.
–Ni sin amor ni con él hay descanso.
–Lo hay. ¡Abra su espíritu! Explore el mundo: disperse sus gratificaciones en el
universo que es más grande que su pequeño amorcito y que puede darle mucho
más que él.
–Es fácil decirlo...
–Lo sé. Ese periodo suele llevar seis meses al menos. Hágase cargo de usted
mismo. Desarrolle su autocontrol: crezca. Aumente su resistencia afectiva a la
frustración. Aprenda a sufrir y acepte que el mundo no gira alrededor de su
corazón.
–¡Qué pena!
–Es normal que en su vida le rechacen alguna vez incluso quienes le amaron.
Acéptelo y eso le hará ser mejor. Aprenda a perder.
–Tomo triste, pero esperanzada nota.
–Y asuma, en fin, que el amor no es para siempre. Quien le engañó jurándole lo
contrario le quería inmaduro de por vida.
TONTO QUERER
Me cuenta Riso que desistió, asustado, de curar de su amor patológico a una
paciente porque al marido, “narco” peligroso, no le gustó que la “desenganchara”.
Riso denuncia que el feminismo ha logrado cierta independencia económica para las
mujeres y también poder político, pero queda pendiente una gran revolución por la
autonomía afectiva. Y parece que el continuo goteo de señoras víctimas de amores
que las han matado le dan cierta razón. Sus asesinos, desde luego, también
carecían de educación sentimental y confundían el amor con algo muy diferente. En
“¿Amar o depender?” (Granica), Riso aboga por la formación afectiva desde el cole
para prevenir dependencias y por la condena del amor “sin esperar nada a cambio”
que tanto daño hace.
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Amor o dependencia?
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Breves definiciones de la codependencia



La codependencia puede ser definida como una enfermedad, cuya característica principal es la falta de identidad propia. El codependiente pierde la conexión con lo que siente, necesita y desea. Si es dulce y agradable aunque no lo sienta, es porque busca aceptación. Cree que su valor como persona depende de la opinión de los demás. Da más importancia a los demás que a sí mismo. Se crea un yo falso, pues en realidad no está consciente de quién es y está tan desconectado de sus propios sentimientos, que asume la responsabilidad por las acciones de los demás. Se avergüenza por lo que hacen otras personas y toma las cosas de una manera personal. Invierte una enorme cantidad de energías en mantener una imagen o un estatus para impresionar porque su autoestima es muy baja, ya que depende del valor que los demás le otorgan.

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Amor Patologico Y Duelo

Quisiera compartir esto con ustedes ya que estoy pasando por una situacion asi, y es muy poca la informacion q he podido encontrara acerca de este tema

El amor patologico

el paradigma de amor – sufrimiento, pero para quienes trabajan en el campo de la salud (incluida la psicología), el dolor es un síntoma de que algo anda mal: si el amor duele, el amor está enfermo y las opciones deben ser curarlo, si es posible, o dejarlo morir. Al mantenerlo vivo a pesar del sufrimiento se entra en el terreno de las relaciones tormentosas.

Apegos (dependencia)

Los apegos explican por qué la gente se mantiene en relaciones tormentosas.

Aunque "la adicción a otro ser humano es la más difícil de erradicar… una cosa es defender el lazo afectivo y otra ahorcarse con él… No hay incompatibilidad entre amar y amarse a uno mismo… el desapego no es desamor, dureza de corazón, indiferencia o insensibilidad… desapegarse no es salir corriendo a buscar un sustituto afectivo, volverse un ser carente de toda ética o instigar la promiscuidad"

Tipos de dependencia:
Unilateral: por parte de una persona
Mutua: por parte de ambas personas

Tipos de dependientes:

Activo dependencia: celos, hipervigilancia, ataques de ira, patrones obsesivos de comportamiento, agresión física, llamar la atención de manera inadecuada (ej. intentos o amenazas de suicidio)

Pasivo dependientes: sumisos y dóciles para intentar ser agradables y evitar el abandono.

Tipos de apegos

Seguridad / protección: necesitan de alguien más fuerte que se haga cargo de ellos debido a baja autoeficacia.

Estabilidad / confiabilidad: tienen miedo al abandono y al rechazo afectivo debido a su susceptibilidad al desprendimiento.

Manifestaciones de afecto: tienen miedo al desamor, por eso, es suficiente para ellos sentirse un poco queridos debido a su baja autoestima.

Manifestaciones de admiración: miedo a la desaprobación o el desprecio debido a bajo autoconcepto.

Bienestar / placer de toda buena relación: sexo, mimos, compañerismo, afinidad, tranquilidad (solo son patológicos en exceso, cuando se vuelven causa de apegos).

Predisposiciones al apego
Intolerancia al dolor: miedo a lo desconocido, apego al pasado, miedo al rompimiento.
Intolerancia a la frustración: miedo a perder, orgullo y necesidad de ganar.
Ilusión de permanencia: "las probabilidades de ruptura son más altas de lo que se piensa"

Cómo prevenir el apego

Para establecer una relación no hay que encarcelarse, estancarse, perder intereses vitales ni dejar de tener amigos propios o pensamientos privados. Para prevenir el apego: respetar la intimidad, explorar la soledad, desarrollar habilidades propias y entender nuestro papel en el proyecto universal (tener una meta y unos objetivos a corto plazo).

El duelo (despues de una ruptura de amor patologico)

Cuando una relación termina afloran todos los apegos latentes. Enfrentar el duelo y superarlo es lo que permite salir de la crisis y continuar con la vida. Intentar más allá del límite resucitar la antigua relación o continuarla tormentosamente bajo eufemismos como amistad o ‘relación libre’ mantiene a uno o los dos afectados en los más profundo de la crisis y dificulta el retorno a la normalidad de sus vidas.

La música y el trago suelen constituirse como refugios del abandonado que le permiten sentirse acompañado (identificado) con la pena que le cantan, tal vez por eso, las canciones sobre el desamor son de las más frecuentes y reflejan algunas de las formas más frecuentes de enfrentar el duelo en sus distintas etapas (que pueden suceder contingentemente y en distinto orden): negación, esperanza de volver, rabia (a veces se manifiesta en deseo de desquitarse, incursión en relaciones autocastigadoras o con el ánimo de demostrarle al ex que también pueden vivir sin él, pero sin haber superado aún el duelo), nostalgia, aceptación.

Conductas negativas al terminar una relación:

Creer que todavía hay amor donde no lo hay, con argumentos como: ‘después de tanto tiempo es imposible que haya dejado de amarme’, ‘un amor así nunca se acaba’, ‘todavía me llama, todavía me mira, todavía pregunta por mí’, ‘todavía no tiene a otra persona’.

Creer que hay posibilidades de volver con esperanzas como: ‘se va a dar cuenta de lo que valgo’ pero, según Rizzo, "el que duda una vez, vuelve a dudar… si no te aman hoy, no te aman".

Persistir en la reconquista más allá del límite.

No alejarse del todo: "se debe romper radicalmente, la proximidad puede producir recaídas".

Buscar excusas o justificaciones para mantenerse cerca con afirmaciones como: ‘solo seremos amigos’, lo cual para Rizzo, si se entiende el apego a una persona como cualquier otra adicción, es como "tener la droga y no poder consumirla"; ‘solo seremos amantes’, ante lo cual Rizzo asegura que "un amante enamorado es un amante desubicado".
Ante uno de los clichés esperanzadores más comunes cuando las relaciones acaban Rizzo anota: "donde hubo fuego, quemaduras quedan".

Secuelas del rompimiento Estancamiento motivacional
Aislamiento afectivo
Reincidencia afectiva negativa
Promiscuidad autocastigadora[/color]

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Cuando el amor se convierte en adicción...leer más


Inteligencia Emocional: Motor que impulsa actitudes para nuestro desarrollo.


En los últimos años, afortunadamente, han surgido modelos y enfoques prácticos para identificar, ajustar y mejorar actitudes que limitan el desarrollo personal, interpersonal y grupal. Uno de las que podemos emplear para este fin es el modelo de Inteligencia Emocional de Daniel Goleman.


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Una patología del amor

Retomando el tema de los distintos efectos que el amor puede tener en la vida de las personas, es importante saber manejar los sentimientos para nuestro bienestar, inclusive en los malos momentos, ya que de lo contrario puede conllevar a una desviación patológica de la personalidad. Una de las más peligrosas conductas derivadas de un enamoramiento mal asimilado es la codependencia, la cual puede ser definida como una enfermedad, cuya característica principal es la falta de identidad propia. El codependiente pierde la conexión con lo que siente, necesita y desea. Si es dulce y agradable aunque no lo sienta, es porque busca la aceptación de su amado. Cree que su valor como persona depende de la opinión de su pareja, a la cual le da más importancia que a sí mismo. Se crea un yo falso, pues en realidad no está consciente de quién es y está tan desconectado de sus propios sentimientos, que asume la responsabilidad por las acciones de los demás.

Piensan que está mal anteponer sus necesidades a las de los otros.

Piensan que eso es ser egoísta, sin darse cuenta de que lo que están haciendo es considerarse menos importantes y valiosos que cualquier otra persona. Es normal y deseable preocuparnos por el bienestar de otras personas y ayudarles cuando está en nuestra mano. La clave está en los motivos por los que hacemos este tipo de cosas. Los codependientes quieren algo a cambio: intentan conseguir el amor y aceptación que necesitan de esa persona. No es un acto de amor, sino de dependencia.

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Amor vs. dolor
Cuando una persona vive su vida a través de los demás y a costa de sus necesidades va más allá de lo que exige el verdadero amor. Todo amor que no produce paz sino angustia o culpa está contaminado de codependencia. Ese tipo de amor patológico es muy destructivo pues al no producir paz interior ni crecimiento espiritual no lleva a la felicidad.
Amor versus dolor


La codependencia genera amargura, angustia, enojo y culpabilidad irracional y el resultado del amor debe ser la paz y la alegría, si esto no es así, algo está mal.

El dolor en la codependencia es mayor que el amor que se recibe. Hay que tratar de mantener una relación sólo hasta donde debamos y podamos, si una relación humana resulta perjudicial para la salud física, moral y espiritual debemos cortar, distanciarnos.

Es difícil pensar en una relación de genuino amor donde la necesidad de control y la sobreprotección no dejan en paz al codependiente, el verdadero amor promueve el crecimiento mutuo en un ambiente de confianza.

La codependencia aparenta ser amor pero es miedo, control, relación condicionada. “Te amo si cambias”, “si no haces lo que te digo, te recrimino, me siento tu víctima”.

Tolerancia al abuso

En situaciones de frustración, la codependencia es abusiva o de excesiva tolerancia del abuso, el codependiente permite tanto que no reconoce el abuso cuando lo sufre, ha sufrido tanto en su autoestima, que a veces no se percata de cuánto abuso se le está infringiendo.

En este pseudo-amor el codependiente necesita dar continuamente para no sufrir culpabilidad, ansiedad, enojo o miedo. Necesita dar, sentirse necesario para elevar su autoestima.

Necesidad de aprobación

El amor humano debe ajustarse a la razón y el codependiente se deja llevar solo por sus sentimientos, su comportamiento depende del comportamiento o reacción de los demás, tiene su propio estilo de vida y su modo de relacionarse con los demás debido a su baja autoestima. Toma la vida demasiado en serio y se le dificulta llegar a tener intimidad con otras personas pues teme ser herida por ellas. Necesita desesperadamente la aprobación de los otros y por eso busca complacer a todo el mundo, siente ansiedad cuando debe tomar decisiones pues teme equivocarse.

fuente aquí